miércoles, 18 de julio de 2012

Simón Cedeño, el pintor que estaba escondido y lo descubrió su obra



Foto: Robert Flores
Foto: Robert Flores

Por: Joel Chirinos
El filtro de aire automotriz le atraía, era incapaz de apartar los ojos de aquel objeto de forma cónica con millones de agujaros que descollaba entre incontables piezas de vehículos viejos. La mano derecha cubría su mentón, una idea afloraba en su mente, Simón Antonio Cedeño González, el artista poco conocido de 54 años, se dispuso, una vez más, a crear.

Era en su taller, una tarde soleada pero fresca gracias a los árboles que cubrían el entorno, rodeado de filtros, amortiguadores, espirales, cigüeñales, dámperes, pistones, cremalleras, piñones, tubos y otras piezas automotrices, además de lotes de maderas, grifería, pinturas y herramientas de trabajo, todo esto apenas perceptibles entre tantos materiales reciclables, que le son útiles para sus propósitos artísticos. El cultor contó su experiencia.

Son impresionantes las obras desplegadas en toda tu casa. ¿Cuál fue la chispa divina que encendió en ti la llama de las artes visuales?

-Nunca asistí a una escuela de arte- dijo pensativo y ensimismado. -Vivía en Caracas y el destino me llevó a desarrollar estás habilidades por mí mismo, sin la ayuda o enseñanza de nadie. El impulso fue la gran voluntad. Seguí mi corazón y él me conllevó a pintar, a esculpir, a reciclar y a ayudar al planeta-.

En tus obras plasmas figuras y formas abstractas que reflejan realidades ¿Eres un seguidor del surrealismo?

Simón hizo un alto en la tarea, se levantó y se aproximó hacia uno de sus cuadros. Expresó con satisfacción: -Admiro a Salvador Dalí, uno de los máximos representante del surrealismo; al artista y cineasta Andy Warhol; también a Wassily Kandinski, precursor de la abstracción en la pintura y al muralista mexicano Diego Rivera. Cada uno de ellos ha aportado a mi estilo. Mis creaciones rinden homenaje a personajes que admiro, reflejando mensajes de protesta sobre circunstancias que atentan contra los animales y el medio ambiente, rechazando, rotundamente, las situaciones en contra la humanidad-.

Según criterio personal ¿Cómo defines tus trabajos artísticos?

Retornando al taller y retomando su labor, dijo: -Mis elaboraciones, sobre todo las de pintura y collage, reflejan una tendencia hacia el arte moderno, mostrando mi entusiasmo por la necesidad de ayudar al planeta tierra, con clara expresión de respeto por la fauna, por el humanismo, fusionando el color en el lienzo para que el mensaje plasmado permanezca eterno-.

-Mis esculturas se enmarcan en el estilo pop, con fusiones de metales con piedra, donde destaca el uso de materiales de desechos compuestos, generalmente, piezas de automóviles. Las lámparas las considero un tipo de arte utilitario, generan estética y a su vez quienes las adquieren les da un uso-.

¿Qué persigues con el arte que profesas?

-Cada obra tiene una vida propia y una historia que contar, la de aquellos seres que rosaron esos materiales. Mi meta con ello es que cada objeto trascienda a sus orígenes, mutando sus formas y se convierta en algo utilitario pero artístico. En mis trabajos utilizo toda clase de desechos por que cuentan una historia humana en decadencia o ya extinta-.

¿Por qué firmas tus obras con el seudónimo El Amargado?

Se encogió de hombros y sonrió notablemente diciendo: -Siempre, desde cierta edad, me dicen El Amargado, no por tener un temperamento fuerte y rabioso, sino en alusión a mi gusto por la famosa tira cómica “Olafo el vikingo u Olafo el amargado”. Por eso utilizo este alias para firmar mis obras.

¿Has contado con espacios expositivos para tus creaciones?

Contempló su obra casi terminada, cerrando la mano en torno a un cable color rojo. –Es una buena obra- dijo.

-Soy totalmente lego en materia del arte, autodidacta y empírico. Jamás he expuesto obra alguna porque en los museos me piden un currículo de exposiciones y es incongruente porque jamás he expuesto. No obstante, agradezco al Instituto de Cultura del Estado Falcón por abrirme, próximamente, los espacios de la Galería Santa Rosa para exponer por primera vez-.

Así concluyó esta conversación, y con ella una hermosa pieza dejaba entrever lo que al inicio era sólo una idea; un proceso de metamorfosis, de aquel material desechado a esta obra utilitaria, la cual refleja esa búsqueda de darle un respiro a nuestra  naturaleza y por ende a la comunidad a la que Simón pertenece.

Las creaciones de este artista visual, desconocido en la comunidad artística falconiana, son una reminiscencia de su experiencia de vida, que desde muy joven buscó una sociedad artística a la cual pudiese integrarse, pero estas se tornaron elitistas, optando por encerrarse en su mundo particular y crear libremente para él.

2 comentarios:

isabel dijo...

recuerdo mi epoca de liceista me pidieron na obra para una exposición y el habia realizado una escultura en piedra que giraba y llevaba por nombre el veredicto, era una exposición donde participaba tooooooda la comunidad estudiantil, y gané el 1er premio y el segundo con otra obra, y todos encantados con las piezas

Unknown dijo...

Felicitaciones simón esto es un pequeño reconocimiento a tu ingenio sigue creando, sigue reciclando, sigue siendo quien eres xq tu identidad nadie te la va a quitar.